Tenía muchas horas por delante, había que buscar algo que me ayudara a pasar las casi 8 horas de tren que separan Madrid de La Coruña, así que saqué mis bártulos de costura y me puse manos a la obra ….
... a las 14:20 horas sale el tren de la estación de Chamartín y, entre puntada y puntada, empecé la última entrega del sal de Isangel …
… mientras unos viajeros leían, estudiaban, escuchaban música, veían películas e incluso echaban una cabezadita, yo me enfrasqué en mi bordado. Cuando me di cuenta ya había acabado (era noche ya), en el mismo momento en que por megafonía se escuchaba: “próxima estación: Orense”...
Sólo quedaban 2 horas de trayecto.
El resultado es que EL SAL DE ISANGEL ya está terminado, ahora sólo me queda preparar la labor y llevarla a enmarcar.
6 comentarios:
TE ha quedado precioso y que bonito el bastidor tan chiquitin,no lo había visto nunca y seguro que va muy bien,besos
Chica, desde luego, tu no sabes lo que es perder el tiempo. El trabajo está precioso.
Te ha quedado precioso,yo lo tengo parado no se cuando lo terminaré,la idea era hacer una funda para la máquina de coser.Creo que será un buen propósito par año nuevo.Si no te veo felices fiestas.
Eres toda una artista,felicidades.TE QUEDO PRECIOSO.
Te ha quedado precioso. Lástima que aquí enTenerife no hayan trenes para aprovechar el tiempo en los trayectos largos. Ahora ya te sigo para ver las cosas lindas que haces. Te dejo mi enlace por si quieres visitarme
The quilter´s place
¡Que bueno! seguro que el viaje se te hizo corto
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